La Gran Comisión es nuestro mandato.
D. Fundamentos Bíblicos Para La Sanidad
A la luz de estos y muchísimos otros pasajes de las Escrituras tanto del
Antiguo como del Nuevo Testamento, podemos establecer, con toda
claridad, los siguientes fundamentos bíblicos para la sanidad divina:
1. La enfermedad no fue creada por Dios, sino que entró en el mundo por
el pecado de Adán y Eva, como parte del principio de corrupción y
muerte: ". . . porque el día que pecares (de el comieres), ciertamente
morirás" (Génesis
2:17).
2. Dios, en sus propósitos eternos, dio la solución al problema del
pecado mediante la cruz de Cristo, dándonos perdón de pecados, libertad
de condenación, y también libertad de las consecuencias temporales del
pecado: la enfermedad. En otras palabras, la sanidad es, conjuntamente
con el perdón de pecados, fruto de la expiación de Cristo. "Ciertamente
llevó El (Cristo) nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores…
herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el
castigo de nuestra paz fue sobre El, y por su llaga fuimos nosotros
curados. . . Jehová cargo en él el pecado de todos nosotros" (Isaías
53:4-6).
3. La sanidad de las enfermedades fue uno de los cuatro ministerios
básicos de Jesús mientras estuvo aquí: "Recorría Jesús todas las
ciudades y aldeas, enseñando... predicando el evangelio del reino,
sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo" (Mateo
9:35). "y con la palabra echó fuera a los demonios" (Mateo
8:16).
4. Jesús encarga esos mismos cuatro ministerios a sus discípulos y a la
iglesia: "Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha
acercado. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad
fuera demonios. . ." (Mateo
10:7-8). "Por tanto, id, y haced discípulos. . . enseñándoles
que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con
vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén." (Mateo
28:19-20).
5. Dios nos ha dado los recursos y el poder para la sanidad de las
enfermedades: "Y estas señales seguirán a los que creen: sobre los
enfermos pondrán sus manos, y sanaran" (Marcos
16:17-18). "Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre
vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos. . ."(Hechos
1:8). "Porque a este es dada por el Espíritu. . . a otro,
dones de sanidades por el, mismo Espíritu" (1
Corintios 12:8-9).
6. El ministerio de sanidad es un privilegio, pero también un mandato
para la iglesia: “¿Esta alguno enfermo entre vosotros? Llame a los
ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el
nombre del Señor. Y la oración de fe salvara al enfermo, y el Señor lo
levantará" (Santiago
5:14-15).
7. La sanidad puede ser incluida en la promesa de respuesta a la oración
de fe. Y Dios no miente: "Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis
orando, creed que lo recibiréis ("que lo habéis recibido", traducción
literal), y os vendrá" (Marcos
11:24).
E. Algunos Principios De La Sanidad Divina
1. Impedimentos a la sanidad
Aunque la sanidad esta a disposición de todo hijo de Dios, y es el deseo
de Dios que nos la apropiemos, hay ciertas condiciones para que Dios
obre dicha sanidad en nuestra vida:
a.
Mateo 13:54-58 ¿Por que Jesús no pudo hacer muchos milagros
en Nazaret?
b.
Santiago 5:16
¿Que es necesario para ser sanados?
c.
1 Corintios 11:30 ¿Qué puede causar enfermedades y hasta la
muerte?
d.
2 Corintios 12:7-9 ¿Por que Dios no quita el aguijón de
Pablo?
Aunque es la voluntad general de Dios el sanar, en algunas ocasiones,
por alguna razón didáctica, El puede retener la sanidad. Esperemos que
Dios obrara sanando conforme a sus promesas, pero recordemos que El es
soberano, y ha dicho: "mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni
vuestros caminos mis caminos". Dios reprocho a Job y a sus
amigos por pretender tener razones para el obrar de Dios.
2. La enfermedad y espíritus de enfermedad
Jesús, en la mayoría de los casos sano orando o poniendo sus manos sobre
los enfermos. Sin embargo, en algunas ocasiones reprendió espíritus de
enfermedad, como en
Lucas 4:38-39 y
13:11. No debemos pensar que todas las enfermedades son causadas
por demonios o espíritus de enfermedad.
3. La sanidad divina y las medicinas
La fe en la sanidad divina no debe llevarnos a condenar el use de
medicinas ni a los médicos; ni a menospreciar a un hermano porque no
tiene la fe suficiente para confiar en Dios para su sanidad; o porque a
pesar de su fe, no es sanado. La fe es personal, y al final de cuentas,
es un don de Dios (Efesios
2:8). La fe en la sanidad no hace a nadie más espiritual que
otro.
4. ¿Como recibir sanidad divina?
En las Escrituras encontramos entre otras, las siguientes maneras de
recibir sanidad divina:
a. Por medio de la oración de fe (Mateo
18:19;
Marcos 11:24)
b. Por oración con ungimiento con aceite (Santiago
5:14-16)
c. Por oración con imposición de manos (Mateo
8:3;
Marcos 16:17-18)
d. Por el ejercicio de los dones de sanidades (1
Corintios 12:9)
Pero Dios también obra sanidad sobrenaturalmente cuando le alabamos y
adoramos unánimemente y de corazón como iglesia, y desciende la unción
poderosa de su presencia. 0 cuando participamos de la Santa Cena, y nos
apropiamos por la fe del poder de la vida resucitada de Cristo para
nuestra sanidad.